En alguna oportunidad, hemos tenido que lidiar con el bloqueo o congelamiento de Windows (el popular cuelgue del sistema). En esta situación el equipo parece no responder ni al teclado ni al ratón, quedándonos como única salida apagar y reiniciar el equipo, lo que de seguro, nos hará perder información de cualquier tarea que hemos estado realizando. En esta nota, veremos cómo actuar para que esto no suceda y cómo salir de esta situación rápidamente.
Identificando el problema
Primero, debemos saber si es el sistema operativo el del problema o simplemente, es un programa que está creando la situación anómala. Saberlo es simple, si el equipo se cuelga cuando se intenta ejecutar un juego o programa, ese archivo es el del problema. Mientras, que si el congelamiento de Windows ocurre al inicio o sin razón aparente, estamos ante un problema de sistema operativo.
Qué hacer si el problema es de Windows
Básicamente, es necesario realizar un mantenimiento completo al sistema operativo, limpiando y reparando registros, archivos temporales, desfragmentando el disco y realizando tareas de optimización del sistema. También, es conveniente limitar la cantidad de servicios y de ejecutables que se inician cuando se enciende el equipo, de esta manera, se trabajará más ligero y sólo ejecutaremos estos servicios cuando sea necesario. Pero, si aún haciendo mantenimiento persiste el problema, debemos tratar de estudiar si nuestro procesador o placa madre soporta la versión de Windows que tenemos, o si nuestro Windows necesita ser re-instalado por errores arrastrados, o por algún daño severo de ocurrencia reciente (como virus o daño eléctrico).
Muchas veces, con tan sólo regresar a la versión anterior de Windows (puede ser Windows 7 o Windows XP) o a la versión de Windows que teníamos originalmente, es suficiente para acabar con el problema. Si no podemos regresar a versiones anteriores, porque ya son muy viejas, o no cuentan con el soporte requerido para mantenernos seguros, podemos instalar Linux u otro sistema operativo que se pueda ejecutar en equipos de pocos recursos, o de generaciones anteriores. En el peor de los casos, adicionar memoria RAM o cambiar de equipo por una más nuevo.
Qué hacer cuando es un programa lo que congela a Windows
En este caso, el programa no responde, pero Windows sí. Lo que haremos, será presionar las teclas Ctrl+Alt+Sup. Se desplegará una ventana emergente y nos ubicaremos en la pestaña de procesos o la de aplicaciones. Buscamos el proceso o programa que no responde, con el botón izquierdo del ratón seleccionamos Terminar proceso y presionamos luego el botón Aceptar. De esta manera, se culminará la ejecución del programa y restauraremos la normalidad de nuestro Windows.
Debemos destacar, que hay que tener cuidado con programas más poderosos de los que se pueden ejecutar en nuestro CPU, ya que si los ejecutamos, corremos el riesgo no sólo de que se cuelgue el sistema, sino que se creen errores y otros inconvenientes. Si nuestro equipo es antiguo, debemos evitar programas o juegos muy nuevos, ya que de no hacerlo, se nos presentarán con frecuencia este tipo de situaciones.
el equipo no responde y se congela, como hago para seguir trabajando?