Todos hemos escuchado acerca del término GPS, mismo que de manera general podríamos decir que es un sistema de ayuda geoestacional y que nos brinda una información específica acerca del punto en donde se encuentra el usuario con estos dispositivos.
Pero la forma de cómo se manejan los datos geoestacionarios pueden variar de un dispositivo otro, lo cual implica decir de una tecnología a otra, habiendo en realidad dos tipos de localizaciones geoestacionarias, una que es el sistema GPS propiamente dicho y otro en cambio que es una derivación de éste y se llama A-GPS.
El sistema A-GPS en realidad quiere decir GPS asistido, queriendo eso decir que la información que podemos ver sobre la localización de un punto determinado el que nos encontremos, está dado por parte de algunos servidores de datos que nos los hacen llegar hacia nuestros dispositivos, siendo éstos muchos teléfonos móviles así como los smartphone entre otros más. En cambio un dispositivo GPS, es decir que no se encuentra incluido en los positivos mencionados antes, requiere de que la información sobre un punto determinado en el que se encuentre su usuario sea provista de manera satelital, lo cual marca la diferencia con los dispositivos que tiene el sistema A-GPS.
Pero la diferencia no sólo radica en la forma de cómo se envía la información y los datos de un punto estacionario en el que se encuentre un usuario, sino más bien que esta diferencia viene a darse en cuanto a la velocidad de recepción que cada uno de sus positivos tiene; es así que un sistema A-GPS tiene una respuesta casi inmediata acerca del punto en donde se encuentre el usuario, no siendo éste el caso de los sistemas GPS, los cuales al depender de un sistema de datos provistos de manera satelital, muchas de las veces el tiempo de recepción de datos puede demorar algunos minutos, siendo ésta la principal diferencia en cuanto a la tecnología que ofrece cada uno de estos dispositivos.