En principio debemos de mencionar que un sistema es aquel que consta de varias partes y elementos que están dedicados a un fin u objetivo principal.
En cuanto a términos informáticos la definición de sistema no varía de lo que hemos mencionado antes, sino más bien que aquí se fortalece con un conjunto de elementos más.
Mencionemos que la arquitectura de un sistema de informática tiene como elementos tanto al software como el hardware, mismos que dedican una función específica para cada uno de sus elementos y partes. Si hablamos por ejemplo de un sistema Mac, podemos decir que en este cada una de sus partes y elementos de Hardware están dedicados a que el funcionamiento del sistema operativo sea eficiente; pero asimismo debemos de considerar que todos los ordenadores siempre tienen una diferenciación propia, pues no es lo mismo un equipo que está dedicado a un trabajo de diseño gráfico a aquel que en cambio está dedicado para labores de oficina, pudiendo notarse en este caso que cada uno de estos ordenadores a pesar de tener un mismo sistema operativo, constan de una diferente arquitectura en su sistema de trabajo.
Esta arquitectura del sistema se vuelve más evidente cuando analizamos aquellas plataformas que tienen una arquitectura cerrada, las cuales no permiten la inserción de un elemento que no haya sido especificado por el desarrollador o la firma fabricante, ya que en esta arquitectura cerrada, el sistema de trabajo que el desarrollador considera como eficiente, debe de ser realizado con estándares y normas por ellos designados.
En conclusión, la arquitectura del sistema informático depende estrictamente de cada una de las partes que un ordenador disponga en su entorno de diseño, para así poder conseguir un resultado eficiente que depende de las funciones de trabajo de cada una de las partes que conforman este sistema.