Cuando escribimos en el post anterior sobre el sistema operativo, habíamos mencionado que su labor es muy importante y que sus funciones iban más allá de una simple carga de vida para un ordenador.
Y en realidad es así ya que su trabajo de gestión de cada uno de los procesos que efectúa, son aplicados a un buen funcionamiento e interacción con cada uno de los periféricos que se encuentran en el ordenador.
Cada una de las funciones a cargo de un sistema operativo son por demás importantes, mismas que basan su eficiencia en su estructura y arquitectura, ya que el sistema operativo se conforma además de determinados elementos como son:
- El núcleo, que se encarga en realidad de funciones básicas tales como la gestión de la memoria RAM, de los procesos y de los archivos, así como de las entradas y salidas y de funciones de comunicación
- El Interprete de comandos, mismo que es de bastante utilidad para el usuario ya que por medio de este intérprete, se puede dar órdenes al sistema para que realice determinadas acciones sin que para el usuario sea necesario conocer las características y especificaciones del hardware
- Sistema de archivos, con lo que el sistema operativo administra a los archivos de una manera arbórea.
Todo lo mencionado antes solo describe una pequeña parte de las acciones que tiene a cargo un sistema operativo, pudiendo concluirse diciendo que un sistema operativo debe su fortaleza de gestión a un adecuado tratamiento, mismo que puede ser en cuanto a instalación de software confiable y a la buena administración del mismo por parte del usuario.