Viene de: Sistemas de enfriamiento para el ordenador (II)
En las partes I y II de este artículo, estuvimos hablando sobre diferentes sistemas de enfriamiento, algunos muy simples y otros más complejos y eficientes que por lo general, son utilizados como técnicas de Overclocking.
En esta última parte, estaremos hablando de dos sistemas de enfriamiento diferentes y muy avanzados, como lo son la criogenia y el experimental sistema de propulsión de aire aerostático.
Sistema de enfriamiento por criogenia
Este tipo de sistema de enfriamiento es bastante extraño, pero sumamente eficiente, son sistemas avanzados que utilizan hielo seco (CO2) ó nitrógeno líquido.
Estos sistemas se basan en las características de estos elementos químicos que, por estar a tan bajas temperaturas: hielo seco (-78 ºC) y nitrógeno (-196 ºC), mantiene el elemento a enfriar a temperaturas óptimas, ya que con un intercambio térmico por conducción mantienen el procesador y otros elementos bien refrigerados.
El funcionamiento es sencillo; al realizar el intercambio térmico, el elemento refrigerante se evapora y se va desgastando el sistema de enfriamiento hasta quedar completamente inutilizado.
Este tipo de sistemas es bastante eficiente, pero a la vez puede crear ciertas averías en el equipo, por lo tanto, es utilizado en situaciones extremas de Overclocking y por muy poco tiempo.
Sistema de enfriamiento por propulsión de aire electrostático
Este tipo de sistema de refrigeración es ultra moderno, delgado y muy silencioso. Es una tecnología experimental, sin embargo, hasta ahora ha demostrado una eficiencia sorprendente. El sistema de propulsión de aire electrostático, es una especie de bobina de viento iónico; dicho dispositivo, acelera el fluido electroestático, basándose en el principio de descarga por efecto corona.
Este principio se basa en aprovechar la diferencia de potencial de un conductor, para lograr que este se ionice y el flujo de iones produzca una especie de chispa o descargas de color azulado o púrpura, logrando un poderoso aislante eléctrico que mantiene al equipo bien refrigerado.
Este tipo de sistemas presenta ventajas notables, frente a los tradicionales sistemas de enfriamiento, como por ejemplo, el no contar con partes móviles y ser sumamente silenciosos.
