La presencia en internet en estos días es algo indispensable tanto para personas como para empresas.
Por lo regular, para una empresa contar con un sitio web en estos días es algo indispensable, pues aparte de extender el mercado le da algo más de presentación. Lógicamente como mencionamos al momento de hablar sobre lo que hay que saber antes de elegir un servidor para nuestro sitio web, existen dos tipos de servidores; el servidor virtual y el dedicado.
Los servidores virtuales son los que utilizan los sitios webs que no tienen mucha carga, estos servidores tienen como característica principal que tratan cada sector (sitio) del servidor como si fuera uno entero, una parte diferente del hardware, dando como resultado, más eficiencia; es decir, si se cae alguno, los otros hospedados en el mismo servidor no se ven afectados –algo que era inevitable antes.
La mayoría de las empresas no necesitan un servidor completo para que sus sitios web funcionen adecuadamente, solo necesitan una parte de estos –esto es debido a que la mayoría no solicitan una gran carga de trabajo. Para ese tipo de sitios webs (bastante común en pequeñas y medianas empresas) se alquilan servidores que ofrecen servicio para distintos sitios webs; es decir, diferentes sitios webs que comparten un mismo servidor.
Este tipo de alojamiento más tarde evolucionó (el que comparte un servidor) y se convirtió en lo que es llamado servidor virtual dedicado.