La generación de calor que se produce con el uso de una computadora o PC es un problema serio para los usuarios de equipos informáticos, ya que que un sobre calentamiento puede averiar el equipo o reducir el tiempo de vida de estos. Es por ello que se debe mantener la temperatura del equipo regulada para evitar inconvenientes más adelante. La manera más efectiva de lograr este objetivo es simplemente instalando un buen disipador de calor en nuestra PC y reducir los daños por calentamiento o excesiva temperatura dentro del equipo. En este artículo describiremos cómo realizar este proceso de manera efectiva.
Disipador de calor
Para nuestros fines un disipador de calor es un sistema compuesto por dos aparatos que funcionan de manera conjunta. El primero es una placa metálica con heatpipes y rejillas de enfriamiento que funciona de manera pasiva y transmite el calor del procesador utilizando conducción y convección. El segundo es un sistema de enfriamiento mecánico o ventilador, que funciona de manera activa y permite retirar rápidamente el calor retirado del procesador por el primer elemento hacia afuera del CPU del PC.
Instalando el disipador
Teniendo claro lo que es el disipador, solo resta que pongas manos a la obra para poder instalar este artefacto dentro de tu PC. Primeramente debes apagar el equipo, colocar el CPU sobre una mesa y abrirlo. Luego ubicar el procesador, retirar el disipador antiguo (en el caso que el PC sea usado) y limpiarlo un poco con alcohol y un hisopo, para retirar restos de pasta térmica seca. (Si es un equipo que estamos armando como nuevo, debemos colocar el procesador en la placa madre y continuar con el proceso que describiremos a continuación).
Coloca un poco de pasta térmica sobre el procesador, para que la transferencia de calor sea mucho más efectiva. Luego fija el primer elemento del disipador de calor sobre el procesador, utilizando la palanca de ajuste, tornillos o a presión, según el modelo de tu placa madre. Ahora es momento de que coloques sobre el primer elemento el ventilador (de preferencia con túnel de viento para sacar el aire caliente fuera del CPU), lo ajustes a la placa madre y luego lo conectes a la placa, utilizando los conectores de energía que se encuentran en la periferia del procesador.
Ahora es momento de volver a cerrar el CPU y que conectes todos los elementos de tu PC y lo enciendas. Notarás que es un proceso sencillo y representa una mejora considerable en el rendimiento y en el ruido que podría haber estado generando, ya que un ventilador nuevo es silencioso y muy eficiente. Recuerda realizar una limpieza del disipador de calor con frecuencia para evitar sobrecalentamientos.