Cualquier usuario bien podría decir, «fácil«, a lo cual su respuesta es muy cierta ya que para muchos ello solo requiere de entrar a las propiedades de la carpeta o archivo y elegir «ocultar».
Para otros usuarios sería cuestión de adquirir cualquier aplicación que esté dedicada a dicha función, instalar y ejecutarla, con lo cual se obtendría lo tan esperado.
Pero existe una manera más sencilla aún, más de lo que nadie puede pensar o imaginar, misma que se lo puede realizar de la siguiente manera:
- simplemente buscamos a nuestro elemento de interés, sea carpeta o archivo
- seguidamente le hacemos click con el botón derecho del ratón y elegimos en propiedades
- nos dirigimos a la pestaña «personalizar«
- una vez allí, nos dirigimos hacia «cambiar icono«
- de entre todos los iconos que nos muestra la lista, buscamos y hacemos click en algún espacio vacío
- seguidamente aceptamos
Aunque no lo parezca, estos espacios vacíon en la lista de los iconos, son también iconos pero invisibles, asi que al cambiar la forma de nuestros íconos, estamos en realidad haciendoles invisibles.
No se recomienda hacer invisibles al nombre del elemento porque no sabríamos ni nosotros mismos donde se encuentran.
Una forma manual de proceder para el efecto, pero más que eso es una manera de saber como pueden actuar determinadas aplicaciones cuando hacen una u otra función.