Imagina una pistola de silicona caliente manejada por un robot, pero utilizando plástico y no pegamento. Los hilos de plástico son introducidos en un cabezal de impresión, que luego se calienta y funde el material. El cabezal se mueve con mucha precisión en tres dimensiones y deja caer las líneas de plástico sobre una tabla de impresión. La impresora se encarga de hacer esto las veces que sean necesarias, para así acumular capas de plástico hasta completar una pieza en 3D. En resumen, así funcionan las impresoras 3D.
Los modelos 3D
Cada objeto impreso por una impresora 3D debe empezar por un modelo 3D. Por lo general, el modelo es elaborado en un programa de CAD especial para trabajar modelos 3D en el mundo real. Entre estos programas están Fusion 360, Sketchup o TinkerCAD.
Estos son programas un poco diferentes a los utilizados para realizar modelos 3D para películas o videojuegos. Sin embargo, la impresora es capaz de imprimir piezas con gran precisión de programas de modelado 3D convencional.
La impresora 3D es capaz de imprimir cualquier objeto. De hecho, algunos modelos pueden ser tan complejos que son imposibles de realizar con técnicas de fabricación tradicionales. Aquí es donde la impresora toma ventaja, pero no es usada para imprimir cosas impresionantes. Sino que es utilizada por los departamentos de desarrollo y hacer una impresión para tener una pieza real. Esto es llamado creación de prototipos y permite conocer el borrador del resultado final sin perder tiempo y dinero.
Rebanado o Slicing
Una impresora 3D no sabe cómo convertir un objeto 3D complejo en algo real. De manera que el modelo 3D debe ser decodificado en información que la impresora sea capaz de comprender. A este proceso se le llama rebanado o slicing, ya que escanea cada capa del modelo y le indica a la impresora como mover el cabezal para crear una capa a la vez.
Generalmente es utilizado un programa llamado rebanador, como Astroprint o CraftWare. Este software maneja el relleno del modelo y crea una estructura dentro del modelo sólido que le permita tener estabilidad. Este es un punto fuerte de las impresoras, ya que son capaces de imprimir fuertes materiales con una baja densidad.
El programa también es capaz de manejar columnas de soporte. Ya que la impresora no puede imprimir plástico en el aire, por lo que deben ser creadas columnas de soporte y la impresora pueda hacer su trabajo. Cuando el software haya terminado, los datos son enviados a la impresora para que inicie su trabajo.
La paciencia es esencial
Cuando el proceso inicie, te darás cuenta de que el principal problema de las impresoras 3D es que son muy lentas. Una impresora convencional en 2D es capaz de imprimir un libro en minutos. Pero la impresión 3D puede tomar horas o incluso días en terminar. Además, si configuraste lago mal, habrás perdido toda la impresión.
¿Debo comprar una impresora 3D?
Si no tienes en mente diseñar e imprimir piezas, no vale la pena cambiar de una impresora 2D a una 3D. Pero si quieres experimentar y montar una impresora 3D en casa, al tener una noción de cómo funciona será mucho más fácil.Normalmente las impresoras imprimen en plástico, pero las más sofisticadas para la industria pueden imprimir casi cualquier objeto. Incluso, existen impresoras capaces de imprimir una casa o carne artificial.