Desde los inicios de la informática es que hemos escuchado a este término de una forma muy regular, estamos haciendo referencia a la Aleatoriedad, también conocida en términos informáticas como «random«.
La Aleatoriedad es usada mucho por los programadores que requieren de este recurso y función para poder generar determinados números de forma imprevisible, pudiendo definirse aquí a los muy conocidos números aleatorios, mismos que no guarda ningún orden ni definición alguna y que simplemente aparece bajo determinado cálculo indefinido.
En términos matemáticos la Aleatoriedad no tiene un resultado previamente estimado, ya que cada uno de los valores que se asignan determinado cálculo en donde una función aleatoria esté incluida, el resultado puede ser diverso dando un número infinito de probabilidades. Tal como lo definen muchos informáticos, la Aleatoriedad tiene una carencia aparente de propósito así como de orden.
Pero por más que improbable que sea esta Aleatoriedad, siempre debe estar asociada a determinados parámetros; esto por ejemplo se lo suele ver muy a menudo en aquellos generadores en número de serie, los cuales a pesar de facilitar al usuario diferentes valores, siempre están regidos a determinados parámetros que sólo las aplicaciones pueden reconocer para que estas tengan que ser activadas en todas sus funciones.